Rincones ocultos de Gaudí

Existen otras joyas arquitectónicas de la obra de Antoni Gaudí en Barcelona, que pasan desapercibidas de los grupos turísticos que recorren diariamente la ciudad. Vale la pena saber dónde se encuentran estas obras, parte de la historia del genio del modernismo catalán.

Finca Güell

La puerta del número 7 de la avenida Pedralbes está custodiada por un dragón hecho en hierro forjado. Es la Finca Güell, conocidas también como Pabellones Güell, era la casa de veraneo de Eusebi Güell, el gran mecenas de Gaudí, en quien confió a lo largo de su vida numerosos proyectos.

En ese mismo lugar, en 1883 el propietario le encargó una parte de las obras de reforma, correspondiente al jardín y los pabellones de entrada, que incluyen la casa del guarda y las caballerizas. Actualmente la propiedad sigue protegida por el muro original con aberturas secundarias, cuyo perímetro se extiende a lo largo de la avenida de Pedralbes y la calle George R. Collins.

Las visitas guiadas están limitadas a los fines de semana, el resto de la semana el recinto permanece cerrado, por lo que el visitante sólo tiene oportunidad de fotografiar la entrada.

Casa Vicens

Esta casa se encuentra ubicada en una estrecha calle de Graçia. Fue el primer proyecto de importancia de Gaudí tras su licenciatura como arquitecto. En 1883 recibió el encargo de Manuel Vicens i Montaner, que deseaba una segunda residencia veraniega, y consta de cuatro niveles: subterráneo, dos plantas destinadas a vivienda y una buhardilla.

Al igual que la Finca Güell, la casa, cuya fachada consta de abundante y colorida cerámica, corresponde a una etapa de influencia del arte oriental, principalmente mudéjar, persa y bizantino. El muro de la fachada presenta además, una elaboración en forma de hojas de palmito a base de hierro forjado.

El anterior arquitecto había realizado los cimientos y Gaudí, contando con un presupuesto limitado, levantó un edificio sobrio, realizado en ladrillo por fuera, con ese mismo elemento fue creando elementos decorativos dentro y fuera del edificio. Incorporó a la fachada rejas de hierro forjado, material que forma parte de su sello personal. La parte superior está coronada en todo su borde por una línea de almenas, que semejan un castillo medieval, y cada ángulo cuenta con un pináculo con cruces de cuatro ramas.